Como pauta para una mesa redonda, Futurecom 2018 planteó una provocación para quien inicia el proceso de preparación de las redes para IoT: ¿su infraestructura está preparada para dar soporte a esas aplicaciones y al volumen de datos que generan?
Para reflexionar sobre el tema, el evento reunió a representantes de diferentes sectores con el propósito de repensar las prácticas actuales en lo que se refiere a la disposición de conectividad y la democratización de la IoT.
“Brasil ya comienza una curva de madurez del 4G, pero debido a algunas características del 5G con un espectro más alto, tendremos que buscar nuevas versiones para compartir recursos. No hay como acompañar las innovaciones con las soluciones tradicionales”, explica Flavio Cardoso, gerente general de American Tower.
Puntos de vista diferentes, pero con algo en común: acciones asociadas
La mesa redonda se inició con la pregunta principal, realizada por Miriam Aquino, periodista y mediadora del debate: “Sea sincero, ¿su red está preparada para dar soporte a las aplicaciones de IOT?”
Marcelo Yamamoto, director de Estrategia, Marketing e Internet de las Cosas de Huawei, es incisivo y recuerda que Internet de las Cosas es, en realidad, un concepto, no un producto. “Inteligencia Artificial puede interpretarse como un conjunto de experiencias y datos. Una parte de este conjunto es la conectividad, otra los Big Data y así sucesivamente”, argumenta.
Para el ejecutivo, la agricultura, la salud y la industria son mercados que necesitan más atención. “Proporcionar tecnología a áreas restringidas con infraestructura y viabilizar todo eso demanda tener perspectivas a partir de todas las experiencias de IoT”, completa.
Bernardocki Pablo, director técnico mundial de Ericsson, dice que la cuestión esencial para las operadoras es recorrer y conectar. “Estas empresas tendrán en manos una capacidad brutal y habilitada. La cuestión es lograr aprovechar al máximo esas oportunidades “, subraya.
Desde el punto de vista de la conectividad, la multinacional sueca, en asociación con Vivo, tiene proyectos de alta frecuencia para IoT, con el objetivo de habilitar ecosistemas nuevos trabajando en conjunto con startups.
El representante de uno de los mercados más citados en la mesa redonda fue Gregory Riordan, director de CHN industrial. El ejecutivo habla en nombre de una empresa de máquinas y bienes de capital que actúa en el agronegocio, y que además fabrica camiones y equipos para el sector de la construcción.
Para él, las soluciones de redes se resumen a dos aspectos: acceso y conectividad. “El campo necesita tener más comunicación interconectada. Si no nos comunicamos, es imposible lograr una logística funcional y económica. Entonces, tengo equipos ineficientes y perjuicios”, explica.
Un ejemplo práctico de esto son las máquinas plantadoras: se conducen de forma autónoma mediante GPS y se mueven a través de una señal de radio RTK. “Por lo tanto, es una infraestructura Frankenstein”, justifica.
Optimizar los procesos y hacerlos accesibles
Con el problema explicitado por Gregory Riordan, la urgencia de prestar atención a la agricultura 4.0 quedó clara.
“Este mercado necesita tecnología que promueva un diagnóstico de las tierras productivas y su actividad, no una autopsia”, advierte.
José Almeida, director de alianzas y ecosistemas de WND, pide prudencia y confianza apoyándose en la creencia de que los desarrolladores de tecnología caminan a grandes pasos hacia eso. “La bicicleta tiende a no caer mientras anda”, dice.
Para él, el mercado ya ofrece respuestas a los problemas de IoT. “Solo hay que buscarlas”, afirma.
Mesías Maduro, Presidente del Consejo Fiscal de la Asociación de empresas de Soluciones de Telecomunicaciones e Informática (Abeprest), destaca las soluciones más inteligentes para la gestión de la seguridad. “Dentro de poco, todos tendremos una dirección IP para la mayoría de las actividades de nuestra rutina diaria, además de las cámaras de vigilancia. Esto exige mucha atención por parte de los gestores, desde el operador, al fabricante, a quien implementa certificados y hasta los usuarios”, destaca.
Guilherme de Paula Correa, miembro del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovaciones y Comunicaciones (MCTIC) cree que para que esta realidad de la IoT sea posible, necesitamos políticas públicas de seguridad y aplicaciones para el sector agrícola, además de ser sinceros.
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